Durante el embarazo, el sol aporta importantes beneficios tanto a ti como a tu bebé. Te ayuda a sintetizar la vitamina D para una correcta absorción del calcio, fortaleciendo tus huesos y los del feto. Entre otras propiedades, se hallan su efecto de relajación, sensación de bienestar y la prevención de la fatiga típica del embarazo.
Entonces… ¿Se puede tomar el sol estando embarazada? Por supuesto que si! Únicamente deberás tomar algunas precauciones:
- Tomar el sol siempre con protección alta. No olvides ponerte el protector media hora antes de exponerte al sol y repetir cada dos horas. Presta especial atención en la cara. Durante el embarazo pueden aparecer la temidas manchas (cloasma o máscara del embarazo) causadas por los cambios hormonales, que pueden intensificarse por el sol y tardar más en desaparecer.
- Protege tu barriguita. Sobre todo, en el último trimestre de gestación, la piel del abdomen ya está muy tirante y se vuelve especialmente sensible. Además, la línea alba, puede oscurecerse por el sol y resistirse a desaparecer después del embarazo. Mejor utiliza bañador, pero si prefieres el bikini, extrema precauciones.
- Evita las horas centrales del día, de las 12 a las 16, en las que el sol incide con más fuerza.
- No estés demasiado tiempo expuesta al sol. Intenta alternar sombra y sol. Durante el embarazo aumenta la temperatura corporal por lo que somos más propensas a sufrir un golpe de calor. En lugar de estar tumbada tomando el sol, darte un chapuzón o pasear por la orilla de la playa, te ayudará a mantenerte más fresquita y activar tu circulación.
- Hidrátate. Bebe abundante agua y toma fruta natural. Una correcta hidratación, es fundamental durante el embarazo.
Este será, sin duda, un verano muy especial para ti…Disfrútalo mami!
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